En esta época de periodismo ciudadano, redes sociales, de matoneo promovido por los medios de comunicación y por los mismos periodistas; es común generar boom semanales. Un tema nuevo sale a flote, mientras el anterior queda en el miserable olvido.
Basta navegar por la red para enterarse de los motivos de indignación ciudadana: el gasto astronómico para cambiar el logo del país, los insultos entre verdades del periodista uruguayo, los diálogos de paz, y me anticipo a mañana con la conmemoración del atentado el pasado 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas.
Lo bueno de tanta indignación, es cuando logra trascendencia, se alía con los medios y se producen respuestas. Es claro, como lo dice la muy reformada Constitución de 1991 en el artículo 3: “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público.” El pueblo tiene voz, tiene voto y hace temblar a sus gobernantes. Oportuno ejemplo, la presión que ejercieron los ciudadanos sobre la Corte Suprema de Justicia para que retiraran la denuncia a la periodista Cecilia Orozco Tascón por publicar en una columna el despido injustificado del magistrado auxiliar Iván Velásquez, además de expresar algunas verdades. (Ver columna: http://www.elespectador.com/opinion/columna-369222-homenaje-un-magistrado-valiente-y-decente )
Libertad de opinión y de expresión proclamaban los indignados colombianos. Y es que en Colombia, con tanta pluriculturalidad y biodiversidad, es normal que coexistan pensamientos opuestos. Po algo existe la columna en El Tiempo de José Obdulio. Y entre tanto apoyo a la periodista, había otros que la tachaban de mamerta. Como a todos los de izquierda, a la oposición.
La certeza es esa ¿Usted está In o está Out? Se indigna y comenta, y en las marchas participa; comparte enlaces, fotografías de crítica y se apoya de los medios tradicionales para que reflejen lo que se vive en Internet, y así se globalice el tema de indignación. Así hacen crecer a los indignados... O de lo contrario es un indiferente hacia la problemáticas sociales que aquejan.
Invitación abierta para que se ponga In, ¡Indígnese!... Así sea por un rato.
Libertad de opinión y de expresión proclamaban los indignados colombianos. Y es que en Colombia, con tanta pluriculturalidad y biodiversidad, es normal que coexistan pensamientos opuestos. Po algo existe la columna en El Tiempo de José Obdulio. Y entre tanto apoyo a la periodista, había otros que la tachaban de mamerta. Como a todos los de izquierda, a la oposición.
La certeza es esa ¿Usted está In o está Out? Se indigna y comenta, y en las marchas participa; comparte enlaces, fotografías de crítica y se apoya de los medios tradicionales para que reflejen lo que se vive en Internet, y así se globalice el tema de indignación. Así hacen crecer a los indignados... O de lo contrario es un indiferente hacia la problemáticas sociales que aquejan.
Invitación abierta para que se ponga In, ¡Indígnese!... Así sea por un rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario