DILUYENDO LA CULTURA MACHISTA
Y mientras elegantes y con corbata aparecen en los medios ganando pantalla, miles de mujeres al otro lado de esa caja negra sufren en silencio el dolor de un fenómeno que habita -cual huésped arraigado- la cultura colombiana: El machismo.
Si bien hemos visto las atrocidadez que cometen algunos enfermos de poder, (porque ahora parece que el tema si es de todos) es gracias a la difusión de este flagelo; ese es el principal motivo para que todos ahora hablemos de la necesidad de igualdad de género.
En un primer momento se podría decir que las mujeres están denunciando más, están siendo menos pasivas y las instituciones están funcionando correctamente. Pero, ¿Cuántos no hemos sido testigos de vecinos, amigos, disputas en las calles, y hasta familiares nuestros que agreden a las mujeres? Entendiendo esta agresión no solo como la física, sino también la verbal y la piscológica. O mejor aún ¿Cuántas de nosotras no hemos sido víctimas de la violencia con exnovios, jefes, y conductores machistas? Eso por poner unos casos...
Porque la discrimanción de género existe, la desigualdad social y económica es su natural barbarie, y la violencia, el lamentable resultado.
Ojalá y con la propagación de sed de justicia, la necesidad de equidad y respeto entre las personas sin distinción de género; se dé una metamorfosis de corazón y pensamiento. Cambios culturales se darán con el tiempo, todo depende del trabajo de las gestoras de cambio, la sinceridad de aquellos encorbatados que sacan pecho con cifras postivistas, y la honestidad de parte de los moralistas ciudadanos de la cultura del envase.
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